Un objeto en movimiento se mantiene en movimiento. Eso no es un secreto, se llama impulso. ¿Pero has intentado aplicar el mismo concepto a tus estudios de idiomas?
La consistencia te hace avanzar. Aprender en breves sesiones de 20 – 30 minutos todos los días hace dos cosas. Primero, crea el hábito -que supera la motivación (la falta de ella, en realidad)- y mantiene el lenguaje fresco en tu mente. Cuando empiezas a saltarte días, es más probable que inventes excusas y te saltes aún más. También deja más tiempo entre lo que has estudiado y lo que realmente recuerdas, lo que significa más material para revisar antes de que puedas pasar a las cosas nuevas.
Hay muchos consejos sobre cómo ser consistente y formar buenos hábitos de estudio: aprende a la misma hora cada día, crea un espacio de estudio sin distracciones, etc. Para la mayoría de la gente, no son realistas con el trabajo, la familia y otras obligaciones.
Aquí hay algunas estrategias que cualquiera puede implementar para ser más consistente:
No te pelees con tu rutina actual
Construye sobre ella con un plan de “sí _____, entonces ____”. Docenas de estudios confirman que “decidir de antemano cuándo y dónde tomará acciones específicas para alcanzar su objetivo […] puede duplicar o triplicar sus posibilidades de éxito”.
Nuestros cerebros están “cableados” para codificar la información en términos de x e y (si es X, entonces Y), así que enfoca tus objetivos de esta manera para asegurarte de que estás a tiempo para un poco de lenguaje cada día. Por ejemplo:
- Si me tomo un descanso para almorzar, pasaré los primeros 15 minutos revisando mis apuntes.
- Si tomo el transporte público para ir al trabajo, escucharé un podcast de idiomas en el camino.
- Si no he usado ya el idioma al final del día, estudiaré durante 20 minutos justo cuando llegue a casa.
Crea recordatorios
Un despertador o un recordatorio en tu celular que puede ser fácilmente apagado o ignorado no es un recordatorio lo suficientemente bueno cuando estás empezando a formar un hábito. Vincula tu recordatorio a algo que hagas o experimentes cada día para que no puedas alejarte de ello. Cambia su teléfono (o tu perfil de Facebook o Instagram, para empezar) al idioma que estudias. Cada vez que revises tu teléfono (o tu Facebook), se te recordará que tienes que estudiar tus 15-20 minutos.
Teniendo recordatorios constantes, será más difícil que los ignores o pospongas.
Evita la parálisis por análisis
La parálisis por análisis es un concepto que implica paralizarse ante demasiada información para la toma de decisiones.
Al igual que establecer un tiempo y lugar específico para estudiar, debes saber lo que quieres hacer (y tener todo lo necesario para hacerlo). No pierdas preciosos minutos decidiendo cómo pasar tu tiempo de estudio. Crea una rutina si eso te ayuda a estudiar más eficientemente: tu curso de idiomas cada lunes, miércoles y viernes, tener una conversación o hablar en voz alta durante una hora cada martes, la lectura de un libro en tu lengua objetivo durante 15 minutos cada noche antes de dormir.
Cuantas menos elecciones tengas que hacer, menos probable será que lo dejes.
No tengas miedo a iniciar de nuevo
Ser consistente es en sí mismo una recompensa que nos hace sentirnos bien por nuestro esfuerzo, por eso es tan difícil empezar de nuevo cuando rompemos con una buena racha. No caigas en la trampa de desanimarte cuando pierdas un día.
Hazte responsable y vuelve a ello; puedes retomarlo en cualquier momento. Anuncie tus progresos en redes sociales o encuentra un compañero o compañera de estudios con quien puedas intercambiar experiencias. Todas estas fuentes de motivación externa te ayudarán a empezar de nuevo cuando tu motivación interna se resbale.
¿No tienes ganas de anunciarle al mundo sobre tu aprendizaje? Puedes crear un mecanismo de recompensas, por ejemplo: si estudio por 30 días seguidos, me compro un audiolibro nuevo.
La consistencia es el rey en el mundo del aprendizaje. Empieza despacio, elige metas diarias manejables y ten en cuenta estas mejores prácticas. Sobre todo, no olvides que incluso un progreso lento es un impulso hacia adelante y eventualmente llegarás a tu meta.
¿Nos dejas acompañarte en el camino hacia tu meta? Todos nuestros cursos de idiomas en línea están en descuento. Únete a los más de 100,000 usuarios que buscan dominar otra lengua. Conoce nuestro catálogo de cursos aquí.